Formado por seis parroquias y una hijuela, el municipio de Coaña, cuenta con diverso patrimonio religioso compuesto por iglesias, ermitas y pequeñas capillas, en ocasiones privadas.
Sta. María de Cartavio:
El origen del templo antiguo de Cartavio es medieval tal como aparece recogido en la epigrafía conservada en la iglesia, y por las referencias documentales de la época. El monasterio de Sta. María de Cartavio aparece por primera vez mencionado en el testamento del conde Froila Velaz, en el 976, en el cual el noble dona a la iglesia de Oviedo ese monasterio, heredado de sus antepasados aunque no se conserva nada de esta primitiva construcción.
Sin embargo, bajo la ventana de la actual iglesia hay dos lápidas empotradas, una de ellas con la fecha 976; la segunda parece corresponder al siglo XII. Queda también como vestigio de edificación románica (junto con el ábside de Miudes, la única muestra de este estilo en la zona costera occidental), una ventana de forma circular.
La iglesia actual es un sencillo edificio de cruz latina, con presbiterio ochavado, capillas en el primer tramo de la nave y pórtico a los pies sobre el que se eleva una torre campanario. Construcción de gruesos muros, con bóvedas de cañón y arcos fajones de medio punto, presenta refuerzos exteriores mediante contrafuertes. Sólo el crucero y las capillas laterales tienen un ligero apuntamiento de la bóveda de arista y el crucero se cubre con bóveda nervada. A los pies, flanqueando el pórtico, se ubican la biblioteca y el salón parroquial, y en la cabecera, a ambos lados del presbiterio, se disponen simétricamente las estancias de trastero y sacristía.
Santa María de Coaña:
Consta de una nave única con dos capillas laterales, cuenta con dos interesantes retablos situados en el cuerpo de la nave.
El de la capilla de la derecha data de la segunda mitad del S. XVII, el de la izquierda puede encuadrarse en la tradición de los maestros del Monasterio de Corias.
Destaca la vistosa decoración y la existencia de alguna talla coetánea.
En cuanto a la urna del Cristo yaciente que se conserva en la iglesia, es preciso resaltar que es de las pocas parroquias que aún conservan este elemento que formaba parte de las ceremonias pasionales.
Santiago de Folgueras:
La iglesia de Santiago de Folgueras es un templo de aspecto exterior sencillo, con pórtico lateral, fachada de tres calles con puerta y vano adintelado y una espadaña de tres huecos en la parte central, sobreelevada de las laterales con las que se encaja visualmente mediante dos suaves aletones. En el interior está totalmente abovedada con aristas en el cuerpo de la iglesia, y coro a los pies. Los arcos fajones que separan los cuerpos se apoyan en pilastras de fábrica que imitan las formas de cantería del arco toral que separa el cuerpo de la iglesia de la capilla mayor, zona que responde a un modelo muy culto.
San Cosme y San Damián de Villacondide:
Es un templo de una sola nave, con ábside recto y sacristía en la cabecera, y la capilla de Laspra en la derecha, con comunicación mediante vano enrejado con el presbiterio. Totalmente abovedada con cubiertas de arista, originalmente tenía ventanas ojivales que fueron modificadas en 1963.
Al exterior destaca la potencia visual que imprime su torre a los pies, con volúmenes decrecientes que rematan en una cubierta a cuatro aguas. Este espacio sirve en la parte inferior como pórtico y en la superior como campanario.
San Martín de Mohías:
Iglesia de nave única con transepto, cabecera poligonal y cubierta con bóvedas apuntadas. Presenta tribuna a los pies e impera en todo el edificio una estética ecléctica goticista, con vanos apuntados, rosetones y molduraciones en el impostaje de clara inspiración medieval. Presenta una gran torre campanario a los pies, que hace las veces de pórtico y aloja el reloj.
San Juan de Trelles:
El aspecto exterior de este templo coincide con el modelo de Villacondide, con un pórtico a los pies sobre el que se dispone la torre campanario, planta de nave única y presbiterio con bóveda apuntada, que quizás pertenezca a la fábrica antigua.